En los primeros años de esta década, tras haber realizado dos cortometrajes con el auspicio de la fundación de cineastas afroamericanos, de haberme pasado tres años escribiendo y desarrollando un proyecto cinematográfico con otro productor y tras haber sido victima del plagio de uno de mis guiones de mediometraje me encontraba en una búsqueda de algún material literario dominicano que pudiese llevar al cine. Fue así como di con el cuento “La Mujer de Columbus Circle” del escritor dominicano Franklin Gutiérrez, ex comisionado dominicano de cultura en los estados unidos. Lo leí en una antología de cuentos escritos por dominicanos de la diáspora. Recuerdo que había ido a Santo Domingo cuando el dólar estaba a 55 por uno y compre un cargamento de libros. Lo jocoso del caso es que el cuento que finalmente decidí adaptar lo leí en una antología que había comprado en Nueva York...
La idea para el guión de “Hispaniola” me surgió tras haber leído por mucho tiempo en la prensa dominicana sobre casos de atropellos en contra de Haitianos indocumentados. Esto se suma a mis propios recuerdos de cómo se hablaba de los haitianos en la escuela, en la casa y en la calle cuando vivía en mi país...
Desde que leí ese cuento de Juan Bosch cuando aún estaba en el colegio, quedé impactado por la fuerza visual que el cuento tiene. Desde que pensé en serio en ser cineasta, fue lo primero que me vino a la “cabeza”, así que procedí a escribir la adaptación. Inmediatamente puse en práctica una de las principales lecciones de escribir guiones para producciones independientes: escribe lo que tengas. Intenté ser lo más fiel al cuento posible, pero para poder realizar este proyecto realísticamente tenía que cambiar ciertas cosas...
La idea surgió de un anuncio que vi en la TV que consistía en unos actores ensayando lo que iban a decir del producto que estaban vendiendo. La actriz y directora de reparto (y mi novia) Cynthia López y yo nos pusimos a pensar: ¿cómo podríamos escribir un cortometraje que se pueda contar a través del ensayo del mismo? De ahí surgieron mas ideas, como la de usar los nombres verdaderos de los actores que iban a interpretar a los personajes, entre otras más...
Antes de escribir el primer borrador de “Una Especie de Cine-Teatro Novelesco”, había escrito un solo guión anteriormente. Como no había recibido ningún entrenamiento sobre cómo hacerlo, me aseguré de documentarme bien antes de ponerme en marcha. Entré a varias páginas web y en casi todas me topaba con referencias de los mismos libros: “Screenplay” de Syd Field, “Story” de Robert McKee, entre otros, así que los pedí por Amazon.com y los estudié. Todo el que se considere guionista debe leer estos dos magníficos libros, me ayudaron bastante, no solo en como formatear un guion cinematográfico, sino como desarrollar debidamente una historia para la pantalla...